martes, 8 de septiembre de 2009

Chutney de quinotos

Lavamos 500 gr de quinotos (aproximadamente), los colocamos en cacerola con agua limpia y fría, llevamos a hervor. Colamos el agua y repetimos esta operación 2 veces más. Quitamos las semillas de los quinotos (es fácil, apretamos suavemente cada fruto y nos regodeamos viendo cómo las semillas salen solitas), los cortamos lo más pequeños posibles (lo que nos permita la cuota de paciencia del día) y los colocamos en olla de hierro o de barro junto con 2 manzanas (yo usé una deliciosa y una verde) cortadas en cubitos, 1 cebolla chica a mediana picada, 1 taza de azúcar, 3 cucharadas de vinagre y condimentos y sal a gusto (yo usé jengibre, cardamomo, canela y clavo de olor molidos y ligeramente calentados en una sartén "humedecida" con aceite de sabor neutro). Esta alquimia se produce a fuego lento hasta obtener la consistencia de un dulce. Mientras revolvemos con cuchara de madera nos empapamos del aroma del chutney y las mejillas se vuelven rosadas por el calor de la cocción.
Podemos acompañar casi cualquier plato o situación con este chutney, es suave y sensual... y demostramos una vez más que para despertar los sentidos no necesitamos mudarnos a un palacio indio.

3 comentarios:

  1. Hola Andrea , que buenas recetas, te seguiré , te invito a mi blog, un besito

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  2. Hola!! Me podes decir cuánto dura en la heladera, gracias

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